La Paz, diciembre 28 (CMLP/GAMLP).- Pareciera un lamento recurrente escuchar en el mundo que los bolivianos permanentemente estamos reclamando la usurpación de nuestras danzas más emblemáticas como la Llamerada o la Morenada, por parte de países limítrofes.
Lo cierto es que Bolivia y Perú comparten una larga historia en común, incluso desde el incario, cuando en Perú -según dicen- ya bailaban la danza de los Caporales. En el siglo XVI, los territorios de Bolivia y Perú pertenecieron al Imperio español; durante la Guerra de la Independencia, el Virrey Abascal decretó la anexión de Perú y el Alto Perú; el 9 de Mayo en 1836 se conformó la Confederación Perú-Boliviana, disuelta el 25 de agosto de 1839.
Aunque es un hecho también que no existe país alguno en el mundo que comparte su cultura, ni siquiera en el continente asiático, que teniendo a Japón, China y Korea, tan próximos, son tan diferentes en cuanto a sus expresiones culturales.
A pesar de ello, y entendiendo la dinámica globalizadora de estos tiempos, y que nuestros vecinos mantienen una cultura tan rica y variada, el Concejal del municipio paceño, Javier Escalier, ha planteado un proyecto de ley que busca declarar Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia, al “vals peruano”, género musical que es preciado por los bolivianos desde hace décadas y que ha sido cultivado desde tiempos inmemoriales en nuestro país, constituyéndose en ya una manifestación cultural del pueblo boliviano.
Por tanto el Ministerio de Culturas, en coordinación con las entidades territoriales autónomas, deberán ser los encargados de formular políticas de protección, promoción, recuperación y salvaguardia de este género musical, y no sólo de este ritmo, sino también, -al constituirnos como naciones tan similares en sus costumbres-, la tunantada, el baile de las tijeras y hasta la marinera, que deberán bailarse y mostrarse al mundo con la escarapela nacional en sus vestuarios, además de incorporar bordados las flores de la kantuta y el patujú.
Para quienes estén de acuerdo con esta soberana medida, se habilitarán libros donde la ciudadanía firmará aceptando tal iniciativa en el marco del consentimiento libre e informado, que además especifique en un párrafo especial que esto no sucederá nunca por la ética y el respeto que se inculca a los bolivianos desde la escuela. Por lo tanto, que les valga la inocencia.
